miércoles, 6 de enero de 2016

El grito de alarma es sagrado ¡Escúchenlo!

Estimados compatriotas, reciban un saludo cordialmente bolivariano y revolucionario en nombre de la patria que nos vio nacer: ¡América!

El pasado 24 de diciembre celebramos el nacimiento del primer y más grande revolucionario que nos ha dado la humanidad, Jesús de Nazaret, el humilde, el que nació en un pesebre, el que ya dotado de consciencia sacó los mercaderes del templo, es decir, hemos celebrado el nacimiento de un humanista, de un revolucionario.


Igualmente, el día de ayer 31 de diciembre le dimos el último adiós al año 2015 y con un cañonazo multicolor le dimos la bienvenida al año 2016 y aprovecho para enviar un abrazo de feliz año nuevo para todos. En lo personal el año 2015 me deja un recuerdo cargado de dolor y un regalo cargado de esperanza. En primer lugar, el fallecimiento de mi viejo querido, quien no pudo superar su grave y crítico estado de salud y hoy no le puedo dar su abrazo de año nuevo. Pero le recordamos con su ejemplo como mandamiento de vida. Hasta pronto papá, hasta pronto. En segundo lugar, el nacimiento de mi sobrino Víctor Alí, por Víctor Jara y Alí Primera, cantores revolucionarios. Una nueva vida es una nueva esperanza y Víctor Alí nace llamado a alzar las banderas de Jesús, de Bolívar, de Chávez.

En lo colectivo el año 2016 amanece con una realidad política y económica concreta: un pueblo que cree y que ha apostado al proyecto de la revolución bolivariana pero que está descontento porque la revolución no ha podido superar la grave crisis económica a la cual hemos sido inducidos, porque, aunque denunciemos de manera permanente la especulación y demás ilícitos económicos cometidos por parte de agentes económicos privados en contra del pueblo, no es menos cierto que el Estado venezolano está en manos del Chavismo y no de la burguesía y el pueblo venezolano espera soluciones concretas a los problemas. Hay acciones pero no han sido suficientes.

El año 2016 demanda acciones y soluciones concretas en materia económica y más allá de acciones y soluciones, demanda la corrección de errores y que la dirigencia revolucionaria asuma con humildad las responsabilidades que haya que asumir en la conducción del país; demanda rectificación y dirección colectiva; demanda poder popular; demanda espacios críticos para la construcción colectiva, pues nadie se las sabe todas y como dijo el poeta Aquiles Nazoa: solo el pueblo, salva al pueblo.

Por encima de las dificultades presentes y las que puedan venir, por encima de todo debemos mantener la unidad del pueblo, la unidad de todos los cuadros revolucionarios y aceptar la crítica como un hecho constructivo, el que critica quiere que se corrija, quiere que se salve al pueblo y a la revolución. La crítica constructiva y los planteamientos propositivos están a la luz del día en las asambleas populares, parlamentos comunales, congresos partidistas y especialmente en la voz del pueblo. Creemos que es delicado si al crítico se le califica de contrarevolucionario, porque avanzaríamos de frente hacia el abismo.

Julio C. Salas, en su obra "Civilización y Barbarie" (1970) nos señala que no hacer observaciones y críticas constructivas y por el contrario guardar silencio no pareciera ser la conducta correcta indicando que "...cuando los pueblo están a riesgo de desaparecer por obra de los hombres o de las instituciones, el grito de alarma es sagrado; someterse y callar no es sólo debilidad, sino delito público...", con lo cual estamos de acuerdo y soy de la convicción, al igual que muchos, que el grito de alarma debe ser escuchado, a tiempo y entendido en su justa dimensión. Esperando no sea demasiado tarde, sembramos la esperanza en la dirigencia revolucionaria, en la fuerza y sabiduría del pueblo bolivariano.

El grito de alarma y el clamor popular debe ser escuchado porque el pueblo no tiene más alternativa que la victoria. La derrota significaría que gana la barbarie, que el capital estaría por encima del ser humano y de la vida, que los bancos estarán por encima de los derechos establecidos y practicados y de las grandes conquistas sociales como la comunicación popular y alternativa, la educación, la salud entre otros. PDVSA ya no será del pueblo, será de las transnacionales, se eliminarán los subsidios que sólo benefician al pueblo como MERCAL, Mi Casa Bien Equipada, Misión Vivienda Venezuela, Computadoras Canaima etc.

El enemigo no tiene ideales ni ideas, sino intereses económicos, no les importa la inclusión y la participación del pueblo, no les importa superar la desigualdad, no le importa la dignificación del ser humano, por ello, debemos rectificar y accionar toda la fuerza del pueblo y del Estado y no permitir que avancen quienes nos discriminan, nos atropellan y nos ponen al pueblo a pasar hambre y lo destinan a la pobreza y a la miseria. No podemos permitir que nuevamente nos quiten todas nuestras riquezas y conquistas y que nos engañen con espejos como hace 500 años.

Sigamos avanzando hacia la esperanza concreta de justicia social, de soberanía, de liberación y emancipación humana. Sigamos firmes e irreductibles en contra de la opresión y explotación del capital. Con educación liberadora y con la fuerza del trabajo como fórmula de realización humana construiremos un mundo mejor, de paz, de dignidad y solidaridad.

Por encima de la dificultades... VENCEREMOS

José Leonardo Rosales
01/01/2016


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