lunes, 14 de abril de 2014

Aportes de un militante para el III Congreso del PSUV - Partido Socialista Unido de Venezuela

El comandante Chávez, desde la cárcel de la dignidad (Yare), anunciaba la necesidad de generar un poderoso movimiento social y del rescate de los recursos estratégicos de la nación para pagar la deuda social. Es así como el pueblo empieza a organizarse en Círculos Bolivarianos, hasta lo que hoy

conocemos como Consejos Comunales, Comunas, Colectivos políticos, cultuales, deportivos etc. y la heroica creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el partido del pueblo.

Tan importante es cumplir con la deuda social y superar las condiciones de vida, como lo es la organización del pueblo, pero nos atrevemos a decir que la organización del pueblo adquiere un valor superior en el entendido que sin un pueblo organizado y consciente no se pagara la deuda social, no habrá justicia social.

El espíritu central de la Revolución Bolivariana y del líder eterno siempre ha sido el establecimiento de una sociedad participativa y protagónica a través de la organización social, donde no solo el Estado debe ser democrático, sino la sociedad toda y en ese sentido deben ser participativas y protagónicas todas las instancias de la vida cotidiana y todas las instituciones del Estado que de alguna manera representen a la soberanía popular.

Es así como en el preámbulo de nuestra Constitución de 1999 (primera constitución aprobada por el pueblo), se hace mención a que se entra en un proceso de refundación de la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, y así lo ha asumido el pueblo. Este es el logro más importante de todos los tiempos de esta revolución, porque se estableció el camino a seguir de manera clara, donde el pueblo asume el papel que le corresponde, donde es el pueblo quien decide su propio destino.


Hoy se habla en nuestro país del Poder Popular, de la Construcción del Estado Comunal y de la interpelación popular continua y permanente, que no es otra cosa que el pueblo asumiendo el papel participativo y protagónico de manera directa en los asuntos públicos y en el cumplimiento de los fines esenciales del Estado Venezolano sin ningún tipo de intermediarios.

Así las cosas, si el III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela, próximo a celebrarse, no responde a este espíritu, se estarían violando los principios de la Revolución Bolivariana y no estaríamos siendo contestes con el legado del comandante eterno Hugo Chávez.

Si la praxis no coincide con la teoría política se pierde la credibilidad y la confianza en la dirección central, esto obliga a que el órgano de dirección central de la revolución, es decir, el Partido Socialista Unido de Venezuela se desenvuelva en el marco de estos parámetros, y por tal motivo para que haya ética en la política y poder seguir expandiendo el poder popular y la democracia revolucionaria y socialista, se hace necesario mayor participación en el partido y que la dirección colectiva no sea suplantada.

Un partido que habla de democracia socialista no puede ser antidemocrático a lo interno. Por ello, como militante activo, considero que no es apropiado hablar de “delegados natos”, como si se tratara de linajes o dinastías, pues se habla de que algunos actores políticos gozarían de este privilegio, de lo cual creemos que ningún militante debe escapar a la legitimidad que dan las bases, eso fue lo que nos enseñó el comandante Chávez.

De igual manera, en las elecciones de los delegados que se realizará en los días venideros, se debería ampliar la consulta a todos los patrulleros y no solo a las UBCH, ya que estas últimas no aparecen mencionadas en los estatutos, y las patrullas son la base primaria y constructiva del partido, las cuales deben participar de manera directa en la elección del delegado, recordando que la UBCH son una herramienta netamente electoral.

Referente a los llamados “delegados natos”, recordemos que los gobernadores son los coordinadores regionales del partido, lo cual significa emisión de las famosas líneas y generación de anclajes en el poder y el que más saliva tiene más harina come, cuestión ésta que es natural y propia de la política pero que el partido debe prever, con el fin de que los cuadros políticos comunales no se vean excluidos y afectados ante una imposibilidad real de poder participar y llegar a ser electos delegados del partido al cual dedican su vida.  Que no estemos ante una desviación de principios y distorsión de los métodos democráticos y ante una inmoral burocratización. Como militantes revolucionarios debemos decirle no a los grupos y a cualquier posibilidad de sectarismo partidista.

Por último, referente a la Dirección Nacional del partido, ésta debe ser electa por las bases, bien sea en una elección directa o en una elección de segundo grado, pero la militancia debe participar en su escogencia, pues los que menos pueden gozar de privilegios y llamarse “delegados natos” son los integrantes de la Dirección Nacional porque estarían desprovistos de legitimidad popular. Sólo así estaremos siendo leales al legado del comandante Hugo Chávez. La unidad se construye con debate y aquí hacemos nuestro aporte.
   
Vamos pues a la fiesta democrática y al debate de las ideas en nuestro Partido Socialista Unido de Venezuela, partiendo de las tres R (Revisión, Rectificación y Reimpulso), las cuales están más vigentes que nunca. Apostamos al mayor de los éxitos al III Congreso del partido de Chávez, congreso que debe estar dirigido a convertir el PSUV en un instrumento que acompañe al pueblo en sus luchas sociales y políticas, donde lo social tenga prioridad sobre lo electoral para seguir avanzando en la construcción del Socialismo Bolivariano.


¡Unidad, lucha, batalla y victoria!


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